jueves, noviembre 05, 2009

Revista X

Nº2 de la revista X.
dossier a77. pags 85-92
Facultad de Arquitectura. Universidad de Mar del Plata.



Reciclajes materiales y conceptuales
por Roberto Fernández

Cuando hace unos cuantos años frecuentaban la parte alta del estudio del pintor Enrique Torroja, en la calle Montevideo casi Córdoba, su hijo Pio y algunos amigos que estaban acabando arquitectura –entre ellos Gustavo Diéguez y Lucas Gilardi que ahora integran el equipo a77– alli se discutía dentro de un grupo que a la postre iba a llamarse M777 – el número que, mas allá del cabalístico, figuraba en la chapa de la casa de Montevideo– temáticas ligadas a la disolución de la arquitectura en dimensiones fractales como las de la música, el cine o la literatura, cosas que iban a fraguar en una especie de tertulia filosófica que terminó en los cuatro números de Pasajes (hoy casi una revista de culto) conducida por Alberto Delorenzini y en la que escribieron, participando de aquellas tertulias, Lucas Fragasso, Ana Amado, Federico Monjeau o Eduardo Gruner (en este número se incluye un ensayo de su autoría donde presenta el caso de la invención cultural del desierto o de cómo la cultura reinventa naturaleza), en la edición del libro recopilatorio de obras y escritos de Ernesto Katzsenstein y en numerosas discusiones que luego devinieron en las tareas de estos equipos. Bajo esa base los trabajos aquí presentados de a77 implican una reflexión sobre la combinatoria, los reciclajes, la operación con residuos o la crítica a las formas naturales de la arquitectura y el urbanismo. Quizá parafraseando no casualmente a
Archigram, a77 usa la expresión plug in (clipear) para esta serie de trabajos: verbos activos –cuestionados por Koolhaas- que eran materia corriente en los ´60, mas experimentales e ideológicos.
Las 18 cajas que nombran uno de sus escritos aquí incluidos, son madereros embalajes de autos que venían de Brasil y con ellos se pensó un objeto-sistema, suerte de mueble de usos múltples de vida renacida en la organización potencial de espacios y actividades que ese protocolo (un conjunto de cosas + mas un reglamento de combinación y usos) permitía o inducía y metafóricamente, el objetoembalaje devenido arquitectura o arte, vuelve al Brasil pero ahora reinvestido como cosa reflexiva y se muestra/arma/expone en un templo duro de la modernidad como el Museo de Niemeyer en Brasilia. O el segundo objeto/regla presentado, el digestorium que plantea el armado frugal de un inodoro portátil, metáfora de la sustentabilidad y del tratamiento de residuos pero también de metabolismos no tanto individuales sino sociales.
Recordando que el inventor del aparato – Luis XV – usaba el inodoro como trono (e impartía justicia y gobernaba sentado en el mismo y muy frecuentemente, usándolo : aquí esa ominosa figura política- cagar-se en la gente –era literal) a77 utiliza un conjunto de digestoriums entonces como nueva figura de cenáculo, rueda o círculo de personas sentados en sus artefactos que alegorizan metabolismos tanto corporales como sociales. Las cosas de a77, hechas a mano por el dueto proyectista, son asi, reflexiones sobre ese proyectar-otro inaugurado en lo pos-orgánico implícito en las combinatorias de Price, llevando adelante algunas disgresiones de aquellas tardes porteñas en los altos de Montevideo al 700.

1 comentario:

Not Made In China dijo...

muy lindo texto. montevideo 777 ya se volvió mito fundacional inmortalizado por el historiador...